domingo, 20 de mayo de 2012

El reflejo de las estrellas guió mis pasos de vuelta al sendero, pues quedaban aun muchas jornadas para que el astro nocturno, Selien la argéntea, iluminara las noches.
Por extraño que pueda parecer a los mortales, que una vez oculto el regente diurno apenas ven sin ayuda de fuego u otros artefactos luminosos, la visión de los elfos no mengua, sino que gana en matices, apreciando detalles que a la deslumbrante luz del día pasarían inadvertidos.

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